Amazon y Google, cómplices del apartheid israelí


Desde mayo del 2021, Amazon y Google profundizaron su complicidad con el apartheid israelí, firmando un contrato de 1.22 mil millones de dólares para brindar servicios de nube al Estado israelí. Sus servicios facilitarán continuar la cibervigilancia del pueblo palestino y el despojo israelí de sus tierras.

El contrato conjunto de Google y Amazon Web Services lanza el “Proyecto Nimbus”, una iniciativa de servicios informáticos y de nube para todo el sector público israelí, incluyendo sus fuerzas armadas. La “nube” es una forma de alojar los archivos informáticos fuera del computador del usuario. Aunque se suele imaginar que estos archivos remotos flotan dispersamente como una nube, en realidad se guardan en enormes centros de datos, o sea, almacenes de información administrados por empresas informáticas. En este caso, las empresas nombradas le alquilan su infrastructura a Israel para que pueda correr sus programas y guardar su información.

Como parte del Proyecto Nimbus, ya se inició la construcción de tres de estos centros de datos dentro de Israel, o sea, sujetos únicamente al derecho israelí. El contrato prohíbe que las dos empresas suspendan sus servicios en general o a ciertas entidades estatales como respuesta a campañas de boicot.

Nube e informática para el apartheid

Aunque no se saben concretamente cuáles otros servicios informáticos hacen parte del Proyecto Nimbus, los que Amazon y Google ya brindan a otros Estados nos dan una pista. Por un lado, Amazon apoya la detención y deportación de migrantes en Estados Unidos a través de sus servicios de nube. Google, por su parte, le ha vendido tecnología de inteligencia artificial para el reconocimiento de imágenes (y de personas) al gobierno de Estados Unidos. Esta tecnología se utiliza para la vigilancia de la frontera México-Estados Unidos y se proyectaba implementarla en ataques con drones, aunque este último contrato fue cancelado luego de presión pública y de las y los trabajadores de Google.

Por otro lado, cualquier servicio que se brinda al Estado Israelí, desde las fuerzas armadas hasta la entidad civil que se ocupa de gestionar de forma discriminatoria las tierras dentro de Israel, acaba fortaleciendo su proyecto de apartheid al pueblo palestino. Mas concretamente, el Estado israelí ya ampliamente utiliza tecnologías del tipo que producen estas dos empresas para vigilar a la población palestina, recoger sus datos personales sin su consentimiento, controlar la frontera con Gaza y reprimir a activistas palestinas.

Reconocimiento facial y base de datos personales en la nube

Los software israelíes “Lobo Rojo” y “Lobo Azul”, por ejemplo, despliegan el reconocimiento facial para restringir el movimiento de la población palestina. Lobo Azul permite a soldados israelíes escanear las caras de palestinas y palestinos en los territorios ocupados desde sus smartphones, mientras que Lobo Rojo automáticamente escanea la cara de cada palestino y palestina que pasa por un retén militar en la ciudad ocupada de Hebrón. Con los dos sistemas, los soldados israelíes buscan a las personas palestinas a través de una enorme base de datos, “Manada de Lobo”, parcialmente disponibles desde sus celulares. Si las personas palestinas todavía no se encuentran en la base de datos, los soldados agregan sus datos y la imagen de sus caras, sin su consentimiento, y muchas veces niegan su paso por el retén, incluso para llegar a su propia casa.

El reconocimiento facial y de imágenes también es un elemento fundamental del llamado proyecto de “ciudad inteligente” en Hebrón, Cisjordania. En ciudades como Hebrón y Jerusalén Oriental, una densa red de cámaras mantiene una vigilancia total de las calles y rastrea los movimientos de la población a través del reconocimiento facial. A modo de ejemplo, un palestino en Hebrón informó que cuando su hija de 6 años dejó caer una cuchara de la terraza de su casa a una calle desocupada, soldados israelíes llegaron al poco tiempo a multarlo por arrojar piedras.

Dado que Google se especializa en el reconocimiento facial y de imágenes, los servicios proporcionados bajo el Proyecto Nimbus podrían incluir aportes a estos sistemas de control que ya se basan en estas tecnologías. Y aunque las dos empresas no participen en ese aspecto de la vigilancia, los soldados israelíes acceden a la base de datos “Manada de Lobo” como información remota en la nube. Es muy esperable que esa “nube” de datos privados de casi toda la población palestina de Cisjordania se llegue a alojar en los nuevos centros de datos del Proyecto Nimbus.

Enfrentando el uso de la tecnología para el apartheid y la vigilancia

En respuesta al apoyo del Proyecto Nimbus al apartheid israelí, la campaña No a la Tecnología para el Apartheid (No Tech for Apartheid) se lanzó en el 2021 con una carta firmada por más de 1.000 trabajadores y trabajadoras de Google y Amazon, llamando a las empresas a cancelar el contrato y cortar sus relaciones con las fuerzas armadas israelíes. Otras acciones han incluido una propuesta para no seguir el proyecto, no exitosa, presentada a la Asamblea Anual de la empresa matriz de Google (Alphabet) en el 2022, una carta en que estudiantes de informática se comprometen a no trabajar con estas empresas y una carta pública a los ejecutivos de las empresas.

Esta campaña hace parte de un movimiento más amplio contra los abusos de las grandes multinacionales de la tecnología, liderado por usuarios que denuncian su almacenamiento y venta de datos personales, por personas afectadas por las herramientas de vigilancia que venden a otros Estados y por trabajadores y trabajadoras de Amazon que están en proceso de formar sindicatos. Algunas de estas campañas ya han logrado su objetivo, como la que obligó a Microsoft a cortar sus vínculos con la empresa israelí de reconocimiento facial AnyVision.

Al mismo tiempo, la campaña se enmarca en la lucha contra la cibervigilancia israelí, tanto la que se impone a la población palestina desde el Estado israelí con la participación de empresas israelíes e internacionales, como la cibervigilancia que realizan otros Estados con tecnología importada de Israel. Por ello unirnos a esta campaña  una forma de manifestar nuestra solidaridad con Palestina y manifestar al mismo tiempo nuestra exigencia que se deje de utilizar la tecnología para vigilar a la sociedad.


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