Las atrocidades cometidas con armas de Lockheed Martin


Entre el 21 y el 28 de abril se llevaron a cabo acciones en más de siete países en contra de la empresa Lockheed Martin. Las protestas realizadas visibilizaron cómo los cerca de sesenta millones de dólares que gana anualmente este conglomerado vienen a costa del sufrimiento y la muerte en el planeta. A continuación presentaremos algunos de los casos más significativos reseñados por los y las manifestantes.

En Melbourne los integrantes de la organización Wage Peace, Disrupt War (Hacer la Paz, Interrumpir la Guerra) denunciaron como aviones de transporte de tropas Lockheed Martin C130, así como aviones de ataque F16, son utilizados por las fuerzas de ocupación militar de Indonesia para mantener su control sobre Papúa Occidental. Junto con los aviones militares, Lockheed Martin vende a Indonesia misiles Hellfire, que pueden dispararse desde helicópteros, barcos y tanques. La mayoría de los ataques con misiles en Papúa Occidental se producen en las tierras altas. Como estas armas estallan al impactar es raro que se pueda identificar un misil, sin embargo es muy probable que se hayan utilizado misiles Lockheed Martin en Papúa Occidental. Desde 1962, Indonesia ha perpetuado el legado colonial sobre este territorio, donde aun resisten decenas de miles de personas de distintos pueblos originarios, varios de ellos asociados al Movimiento Papua Libre que exige la autodeterminación del territorio.

Teatro callejero contra Lockheed Martin en Seúl, Corea

En Nova Scotia, Canadá, se presentó un edredón tejido en el que se visibilizaron bordados los nombres de 38 niños y niñas yemeníes que en agosto de 2018 murieron tras haber recibido una bomba mientras iban en una excursión escolar. El artefacto que los asesinó era la versión guiada por láser de una bomba Mk-82, producida por Lockheed Martin. La activista Kathrin Winkler describió como “Los nombres de los niños se elevan por encima de los aviones de combate, en las alas de una madre paloma de la paz y de su hija, ambas volando por encima de la destrucción que las bombas, la guerra y el militarismo siguen haciendo llover sobre la familia humana”. La guerra civil que mantiene Yemen desde 2014, recrudecida por la intervención liderada por Arabia Saudita en 2015 y financiada por Estados Unidos, tiene en la mitad a la población civil donde millones de personas han sufrido por falta de agua y alimentos; al mismo tiempo, las ventas de Lockheed Martin a Arabia Saudita entre el 2019 y el 2020 estuvieron cerca de los mil millones de dólares.

Enredón en Canadá con los nombres de niños y niñas víctimas de bombardeo

En Niscemi, Italia, afuera de una base estadounidense que mantiene antenas MUOS (Siglas en inglés que significan Sistema Objetivo Usuario Móvil) activistas denunciaron que estas son usadas para transmitir órdenes a las zonas de conflicto en Ucrania. Este sistema fue desarrollado por la empresa, quien además provee a los países de la OTAN de otras armas usadas en este conflicto como lo es el sistema antitanque Javelin. Manifestantes en los Estados Unidos también denunciaron que esta empresa está encantada con esta guerra ya que la está enriqueciendo, lo cual les garantiza poder seguir con su práctica de “donar millones de dólares a los miembros del Congreso que siguen aprobando presupuestos militares gigantescos. La mitad del presupuesto federal se destina al ejército, y la mitad del presupuesto militar se destina a la industria bélica, con Lockheed a la cabeza de la lista de especuladores de la guerra”.

Haciendo memoria de la masacre de Santo Domingo

En Colombia, denunciamos como Lockheed Martines dueña de la empresa Sikorsky, la cual ha vendido y mantenido los helicópteros Blackhawk y Arpía que usa el ejército y la policía. En 1988, uno de estos helicópteros participó en la masacre ejecutada por la Fuerza Aérea contra 17 personas (11 adultos y 6 menores de edad) en la vereda Santo Domingo en el departamento de Arauca. En el 2002, dos helicópteros Arpía participaron en la Operación Orión, la operación militar en la Comuna 13 de Medellín en que paramilitares colaboraron con el ejército colombiano para realizar allanamientos ilegales, capturas masivas, ejecuciones extrajudiciales de civiles y desapariciones forzadas.

Dibujo de la masacre de Santo Domingo

En el 2007, un helicóptero Arpía ametralló indiscriminadamente donde se encontraban seis campesinos en zona rural del Norte de Santander. En el 2009, un helicóptero Arpía bombardeó a pocos metros de donde se encontraban 10 personas civiles en el departamento del Guaviare. Durante el Paro Nacional del 2021, un helicóptero Black Hawk aterrizó sobre un colegio de Bogotá para suministrar gases lacrimógenos al Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD). Por estas razones protestamos en la sede de esta empresa en Bogotá como puede verse en este video:

Estos casos ponen en evidencia algunas de las acciones atroces en las que están involucradas las armas vendidas por esta empresa, por eso es que desde muchos lugares alzamos la voz para decir #StopLockheedMartin y para poner en evidencia que somos muchas las que no queremos más muerte y destrucción provocada por esta empresa. Para más información sobre las acciones, y para ver las acciones realizadas en imágenes y videos, pueden visitar esta web.


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